lunes, 8 de marzo de 2021

El Catecismo de la Iglesia Católica.

 

Tema #1

Inicio, prólogo y estructura del Catecismo de la Iglesia Católica

        El Catecismo de Iglesia Católica (CEC) debe ser, para todo cristiano, un documento, un libro de cabecera, una nota de base; el Papa Francisco, en la Encíclica Lumen fidei, le califica como «instrumento fundamental para aquel acto unitario con el que la Iglesia comunica el contenido completo de la fe, “todo lo que ella es, todo lo que cree” (DV, 8)»

El CEC surge en el año de 1992, tras el trigésimo aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II, gracias a la labor de la Comisión de doce cardenales y obispos encabezado por el  cardenal J. Ratzinger; y un grupo más que se encargo de la redacción.

Hay que remarcar que el CEC tiene un valor doctrinal: en primer lugar porque esta aprobado por un papa, en este caso por S.S. Juan Pablo II, y éste tiene autoridad apostólica; posteriormente, porque se expone la fe de la Iglesia y de la doctrina católica que serán atestiguadas por la Sagrada Escritura, la Tradición y el Magisterio. Será, entonces, una "regla segura para la enseñanza de la fe y como instrumento válido [...] al servicio de la comunidad eclesial" (Intro. CEC. 4)
  
Es necesario que todo cristiano tenga una noción de la estructura que tiene el CEC, así, cuando se requiera, será de una manera mas cómoda y sencilla la búsqueda de las respuestas que se indaguen. Ahora bien, como nota para las futuras publicaciones se expondrá entre paréntesis los números de la referencia que aparece en el catecismo.

Dentro del prólogo del CEC (no. 1-25), se encuentra entre varios apartados, desde el objetivo de la vida del hombre (1-3), que es amar y conocer a Dios; la transmisión de la fe por medio de la catequesis (4-10); el fin y los destinatarios de dicho catecismo (11-12); la estructura (13-17); algunas indicaciones practicas (18-22); y las adaptaciones que fueron necesarias realizar (23-25).

Siguiendo modelos anteriores la estructura tomará cuatro pilares: 

a) La primera parte es la profesión de fe o el Credo: resumiendo lo que Dios da a los hombres, entre ellos el de conocer y reflexionar lo que confesamos y expresamos a los demás por medio de la fe dado en el bautismo y por tanto, pertenecientes a Cristo. Dividido en dos secciones con tres capítulos cada uno: primera sección "creo-creemos", y segunda sección: "la profesión de la fe cristiana", tocando el tema de cada una de las personas de la Santísima Trinidad.  

b) La segunda parte son los sacramentos de la fe: acciones litúrgicas y sagradas visiblemente por medio de signos y expresan la salvación por parte de Dios a través de Jesucristo por medio del Espíritu Santo. Dividido en dos secciones: 1ra. "La economía de sacramental" y la 2da "Los siete sacramentos de la Iglesia".

c) La tercera parte es la vida según la fe, es decir, el objetivo del hombre, el vivir según los mandamientos para llegar a ser alguien bienaventurado: llegar a la santidad. Dividido en dos secciones, la 1ra. "La vocación del hombre: la vida en el Espíritu", y la 2da "Los diez mandamientos".

d) La cuarta parte es la oración en la vida de la fe: remarcando el sentido y la gran importancia que tiene la oración en el hombre que es creyente, y posteriormente, meditando la oración del Señor: "Padre Nuestro" (ésta es la sección dos). Dividido en dos secciones: 1ra. "Oración en la vida cristiana", 2da "La oración del Señor". 

Con la ayuda de esta distribución cuadripartita se quiere favorecer al aprendizaje y a la asimilación del contenido que se presenta. 
Al finalizar el prólogo se resalta que se observe la sana doctrina y que se enseñe para ganarse a todos para Cristo, pero siempre con y en la Caridad, es decir, en el y por el Amor (con mayúsculas), que es el mismo Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo. 

«El camino mejor es el que el Apóstol [...] mostró:  Toda la finalidad de la doctrina y de la enseñanza debe ser puesta en el amor que no se acaba. [...] se debe siempre hacer aparecer el amor de Ntro. Señor, a fin de que cada uno comprenda que todo acto de virtud perfectamente cristiano no tiene otro origen que el amor, ni otro término que el amor». (Catecismo Romano, Prefacio 10: ed. P. Rodríguez, 1989)









No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Solemnidad del Señor San José

  Orante, paciente, silencioso: San José, el santo del silencio Dios Padre ha querido tener a San José como su representante aquí en la tier...